A Linux le va mejor que nunca en escritorio. En otras áreas ya ni siquiera tiene competencia

Linux ha incrementado notablemente su adopción en el escritorio, afianzando su posición tras años de evolución constante. En entornos como servidores, supercomputadoras o infraestructuras cloud, su supremacía es indiscutible: casi el 100% de los superordenadores del mundo funcionan con Linux. La clave está en su flexibilidad, estabilidad y solidez en entornos productivos, algo que sigue atrayendo tanto a profesionales de IT como a grandes empresas tecnológicas. Es interesante ver cómo el desarrollo colaborativo ha permitido a Linux adaptarse a las nuevas demandas del mercado, posicionándose como una plataforma de referencia en innovación.
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